El juego en la infancia además de imprescindible es una herramienta de desarrollo y autocuración natural y eficaz en la Arteterapia. A través del juego, niñas y niños se expresan, liberan sentimientos ocultos, desarrollan su imaginación y establecen su propia percepción sensorial.
En la infancia aprendemos a resolver conflictos en contextos lúdicos y juegos grupales.
Según Piaget, psicólogo y biólogo reconocido por sus investigaciones sobre la infancia, el niño tiene que jugar porque la realidad le desborda, no puede interactuar, le falta información para poder procesarla y, por tanto, crean la suya en función de los conocimientos que van adquiriendo. El proceso es de asimilación, acomodación y equilibrio de las dos anteriores. Somos como una máquina de registro que construye imágenes mentales habiéndolas interpretado antes y el proceso de aprendizaje lo realizamos en las interacciones.
Jean Piaget (1896-1980) dividió en cuatro fases nuestro desarrollo cognitivo o inteligencia:
1 Fase sensoriomotora (los 2 primeros años)
2 Estadio o fase preoperacional (de 2 a 6 años)
3 Fase de las operaciones concretas (de 6 a 12)
4 Fase de las operaciones formales (a partir de los 12 años)
En la arteterapia que aplicamos con juegos observamos la interacción con el medio gracias a este recurso terapéutico complementario eficaz, ameno y resolutivo en los siguientes supuestos:
-Agresividad.
-Aislamiento, irritabilidad o llevar constantemente la contraria.
-Amistades imaginarias.
-Autismo
-Capacidades diferenciadas.
-Depresión.
-Dificultades para relacionarse o hacer nuevas amistades.
-Enfermedades prolongadas.
-Enfermedades con diagnósticos terminales.
-Fracaso escolar o social.
-Problemas de alimentación.
-Trastornos del sueño y pesadillas.
-Transtornos de déficit de atención y/o hiperactividad. TDAH
-Traumas emocionales causados por abusos, pérdidas, separación de los padres, familias disfuncionales, adopciones, bulling, acoso escolar, etc.
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